La palabra del poder: vida pública de José María Tornel, 1795-1853

Abstract

Those in power have always been able to count on servants whose actions aspire to serve as a counterbalance, a voice and a compliment to those governing at a given time. In this regard some well-known figures include Richelieu, the count-duke of Olivares, Mazarino, Talleyrand and Fouché, whose actions were similar in more than one aspect to the particular conduct of José María Tornel, a Criollo. All of those mentioned shared a pleasure for words. They knew how to build a well-paid network of relations and informers, and they adapted to circumstances without irrevocably joining anyone or anything. They were accused of acquiring illicit wealth and they shared great abilities in demonstrating themselves to be superior to virtue. Tornel came into the public arena serving some of the most important leaders in Mexico during the first half of the 19th century, including Iturbide, Victoria, Guerrero, Bustamante, Paredes, and of course, López de Santa Anna. His political activity over 40 consecutive years sparked a great deal of discomfort among his contemporaries, expressed through attacks in newspapers and fliers. For his part, he said his life had been a constant battle against slander. His texts, often very well written, clearly reflect his political vocation. Although he defended those with power during his era, he found a way to justify his spectacular changes in direction with the argument of having served not men but his homeland. This is a second edition of La palabra del poder. Vida pública de José María Tornel, 1795-1853, and was prepared with great care ten years after the first edition appeared. It confirms that the book’s contents continue to be relevant in the political debate among Mexicans of the 21st century.

El poder ha contado a lo largo de su historia con servidores cuya acción aspiró a ser el equilibrio, la palabra y el complemento del gobernante en turno. Son conocidas, en este sentido, las figuras de Richelieu, del conde-duque de Olivares, de Mazarino, de Talleyrand y de Fouché, que emparientan en más de un aspecto con la peculiar actuación del criollo José María Tornel. Todos compartieron el gusto por las palabras; supieron hacerse de una bien pagada red de relaciones y de informadores y se amoldaron a las circunstancias sin unirse de manera irrevocable a alguien o a algo; fueron acusados de enriquecimiento ilícito y compartieron una gran habilidad para mostrarse superiores a la virtud. Tornel surgió al mundo público como servidor de los caudillos más importantes de la primera mitad del siglo XIX mexicano, entre ellos Iturbide, Victoria, Guerrero, Bustamante, Paredes y, por supuesto, López de Santa Anna. Su desempeño político a lo largo de cuarenta años consecutivos despertó mucha incomodidad entre sus contemporáneos, la cual se expresó mediante ataques en periódicos y folletos. Él por su parte decía que su vida había sido un combate permanente contra la calumnia. Sus textos, muchas veces redactados con muy buena pluma, son sin duda ejemplo de su vocación política; a pesar de que hizo la apología de los poderosos de su tiempo, encontró la manera de justificar sus virajes espectaculares con el argumento de haber servido a su patria y no a los hombres. Ésta es una segunda edición de La palabra del poder. Vida pública de José María Tornel, 1795-1853 que se ha preparado con gran esmero a diez años de aparecida la primera y que refrenda la vigencia de una temática que no ha perdido actualidad en el debate político de los mexicanos del siglo XXI.