La literatura de los sesentas
Resumen
En esta conferencia, Alberto Vital pinta el panorama de la literatura mexicana de la década de los años sesenta, que es nada menos que el decenio del boom latinoamericano. Con tal fin, practica lo que llama un corte histórico y señala que al efectuarlo se encontrará, como en todos los casos de su tipo, la confluencia de una gran variedad de generaciones de escritores. Lo significativo del periodo considerado es que, en principio, el más conspicuo representante de los veteranos que ya van de salida, Alfonso Reyes, muere unos días antes de que comience el decenio (27 de diciembre de 1959), como si se resistiera a entrar en él. Otros escritores mucho más jóvenes y sin embargo ya distinguidos representantes de las generaciones maduras, como Octavio Paz y Juan José Arreola, por ejemplo, de un modo generoso y pedagógico van a ocuparse de formar, impulsar y editar a los pujantes bisoños. Así, se producirán hechos asombrosos como la colaboración, en 1966, de Paz y Alí Chumacero, quienes en tal año alcanzan la friolera de más de medio siglo de edad, con José Emilio Pacheco y Homero Aridjis, que apenas tienen veintitantos, en la elaboración de la canónica antología Poesía en movimiento; y como la creación, por Arreola, de colecciones editoriales y talleres literarios que harán florecer a granel plumas literarias que van desde la de Carlos Fuentes y la del propio Pacheco, hasta las del refinado poeta José Carlos Becerra y el cabecilla de la abjurada literatura de la onda, José Agustín, que, en respuesta a la nobleza de sus tutores, escribe críticamente acerca de ellos: al referirse a Rulfo, dice que está rebasado. En efecto: al igual que afuera, en las calles y en las universidades, aquí los jóvenes también reniegan de los viejos y quieren tener la batuta en sus manos.
Otros saludables síntomas del periodo: las escritoras (Elena Garro, Rosario Castellanos, Inés Arredondo, Amparo Dávila, Elena Poniatowska, etcétera) publican y se consolidan en el oficio; las editoriales trabajan a marchas forzadas (Fuentes les entrega sus novelas La muerte de Artemio Cruz y Aura, que por su forma y contenido corresponden a extremos opuestos del espectro literario, y los literatondistas lo imitan con abundante y variado material); Vicente Leñero da a conocer tres novelas nuevas, entre ellas la fundamental Los albañiles; Ibargüengoitia, García Ponce, Del Paso y otros siguen entintando centenares de páginas; Carlos Monsiváis imprime un envión formidable a la crónica para convertirse muy pronto en el maestro del género; surge una nueva y ejemplar editorial dedicada casi en exclusiva a los jóvenes: Joaquín Mortiz, dirigida por Joaquín Díez-Canedo, y, por último, Paz, Jaime Sabines y Rosario Castellanos publican logrados y conmovedores poemas para denunciar el ominoso crimen del 2 de octubre de 1968 y rendir homenaje a la dignidad ultrajada.
Cómo citar
Vital Díaz, Domingo Alberto, "La literatura de los sesentas", Ciclo de conferencias El historiador frente a la historia 2018. Los sesentas, más que una década (Ciclo en memoria del 2 de octubre de 1968), audio, México, Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Históricas, 6 de junio de 2018. Disponible en http://hdl.handle.net/20.500.12525/344.Otro formato disponible
http://hdl.handle.net/20.500.12525/344- Nombre:
- 2018_historiador_12_vital.mp4
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- video/mpeg
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